Situado en el corazón de un pintoresco barrio de piedra, la que fue la residencia de los duques Pozzo di Borgo ha sido testigo de grandes momentos de la historia de Córcega, como el meteórico ascenso de Napoleón, nacido a dos pasos del hotel. Convertida en hotel, la casa rememora su magnificencia ducal en la bienvenida que dispensa a sus clientes. En las habitaciones clásicas no se pueden poner camas supletorias ni cunas.